Alonso y Briatore celebran un triunfo en 2006. (Foto: AP)

Por el camino, Fernando Alonso ha tenido que limar diferencias con algunos ingenieros de la escudería. De la mano de Flavio Briatore no sólo ha tenido que superar algunas trabas técnicas sino también más de un fleco económico para el anuncio definitivo del mejor contrato de la historia de la Fórmula 1. Y es que su caché se ha disparado, a pesar de su turbulento paso por McLaren. Su nómina anual ascenderá a una cantidad próxima a los 35 millones de euros. Una cifra astronómica que supera incluso la que el campeón del mundo, Kimi Raikkonen, percibe en Ferrari.

«A priori, equipos como Ferrari sabes que siempre serán uno de los favoritos, también equipos que han tenido problemas de adaptación a los neumáticos Bridgestone, en ésta temporada se espera que los solucionen y vuelvan a un nivel alto. Quizás ING Renault pueda estar en éste grupo de equipos que tienen que ir para arriba. Ese es el reto que ahora se presenta, en enero y febrero especialmente, que ING Renault F1 vuelva a estar más cerca del podio, ya que en éste año han sufrido más de lo necesario». El desafío no altera lo más mínimo a Alonso.

El bicampeón tampoco tiene dudas del trabajo del equipo. «A ver qué se puede hacer… Lo que está claro es que no hay que empezar la casa por el tejado. Lo primero que hay que hacer es poner el R28 en la pista en enero y empezar a trabajar con él a tope para llegar a la primera carrera con un coche lo más completo posible. Tuve un reto parecido el año pasado durante el invierno». Una sentencia firme.

Con la ilusión de un colegial emerge también su mentor. El regreso de su protegido parece haber devuelto a la vida al viejo Briatore. «Estamos muy contentos de acoger a Fernando de vuelta en el equipo en el que conoció el éxito. Su calidad de piloto y de líder son conocidas y estoy deseando comenzar una nueva colaboración que será fructuosa».