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Tras haber pasado diez días después del batacazo contra el Lyon en el Santiago Bernabéu y haberse resarcido en la liga ganando de forma clara al Real Valladolid en un partido trabado el Real Madrid se presentaba en el Santiago Bernabéu como líder de la liga y empatado a puntos con el Barcelona, un equipo que juega fuera de casa esta semana contra un ahogado Real Zaragoza en el cual los madridistas tienen puestas ciertas ilusiones para que el equipo maño arañe puntos al equipo catalán el cual al igual que el equipo blanco, parece no ceder en una carrera hacia un título de liga en el cual se vislumbran unos records de puntuación difícilmente igualables en años venideros.

El Real Madrid salió de inicio con su equipo de gala contando con las sabidas bajas de pepe y el desaparecido Kaká pero sin un Guti que como de costumbre se mostraría crucial en el desarrollo del partido sobre todo en la segunda parte. El Real Madrid salió quizás demasiado apático y confiado esperando encarrilar rápidamente un encuentro que en la segunda parte se le complicaría aunque no en exceso.

El primer tiempo se puede catalogar como insulso y con nulo juego creativo por parte de los pupilos de Manuel Pellegrini, en parte debido al tridente en medio campo que acompañaba al indispensable Xabi Alonso puesto que ni van der vart, lass y Granero estuvieron a la altura de un equipo que pretende ser campeón de liga contra el monstruo catalán. La primera parte apenas tuvo ocasiones y nada reseñable salvo las ya habituales arrancadas de un Cristiano Ronaldo del que nadie duda ya de su calidad y el coste de su fichaje por el equipo madridista. En esta primera parte apenas se produjeron ocasiones de gol y la parroquia madridista como de costumbre ante el mal juego del equipo, despidió a sus jugadores con un murmullo silencioso pero que mostraba en cierta parte el descontento con el equipo.

La segunda parte continuó de igual manera con el equipo totalmente dormido hasta que Barral, un jugador formado en la cantera madridista adelanto a los asturianos en una contra finalizada por dicho jugador con un trallazo al primer palo ante el que poco pudo hacer Iker Casillas. A partir de ahí el guión fue el de sobra conocido por los aficionados blancos puesto que el sempiterno pero indispensable Guti entró en el campo y entre su exquisito juego y la subida de tensión del resto del equipo, desembocó en una remontada del resultado en menos de 5 minutos no sin la polémica que acompaña al equipo blanco cada jornada en el tema arbitral.

El empate lo consiguió van der vart aprovechando un rechace de un trallazo de Cristiano Ronaldo en una falta directa pero controlando el balón con las manos pegadas al cuerpo, situación que el colegiado del encuentro no se percató a pesar de las insistentes protestas de los jugadores del equipo Gijonés. El segundo gol también llegó con polémica después de que Arbeloa derribara a un jugador asturiano en el área madridista, penalti no señalado y en la contra el Real Madrid fuerza un córner que Xabi Alonso remata en el segundo palo poniendo el 2-1 en el marcador.

A partir de entonces el Real Madrid ya controló el encuentro de forma clara y el goleador de equipo Gonzalo Higuain que parece estar en estado de gracia, estableció el 3-1 final en el marcador con una jugada personal marca de la casa en la que hizo presente su exquisita finalización con un disparo tocado con la pierna izquierda a la base del poste. Desde ese momento el partido fue un mero trámite y los dos equipos apenas llegaron a puerta dejando pasar los minutos a sabida cuenta de que el reparto de puntos estaba de una u otra forma totalmente decidido.

Próxima estación, el siempre difícil campo del Getafe que tantos quebraderos ha dado al real madrid en los últimos años y que en la temporada actual ya salió derrotado del Santiago Bernabéu jugando contra diez jugadores debido a la expulsión de Raúl Albiol